La Sierra de Castril se encuentra situada en el límite de la provincia de Jaén, colindante al Parque Natural de Cazorla, Segura y la Villas. De norte a sur es atravesado por el río Castril configurando un paisaje de cañones y cascadas y numerosas simas, grutas y galerías.
La humedad es un factor importante junto a la dificultad del terreno condicionando ambas la vida tanto vegetal como animal que allí se desarrolla. Existen además numerosos manantiales como el de Juan Ruiz, Tubos, la Magdalena o Lézar.
En la zona norte de la Sierra Seca se localiza una pequeña cuenca cerrada en la que durante una buena parte del año se forma una laguna a partir del agua de lluvia y la procedente de los deshielos, de cierto interés por albergar pastizales naturales de una gran diversidad botánica. Encontramos pinos salgareños, que pueden alcanzar los 40 m., sabinas, enebros rastreros, encinas, quejigos y arces en lugares más húmedos como los barrancos de Túnez y Magdalena. Arbustos como el madroño, labiérnago o lentisco. Pinos de diversas especies fruto de repoblaciones.
Gracias a la variedad de ambientes de estas sierras, la fauna adquiere también una notable diversidad, destacando la población de buitre leonado, que encuentra aquí el límite sur-oriental de la Península Ibérica. Otras especies de interés son la cabra montés, el muflón, el gamo, el jabalí, el lince, el gato montés o la garduña, entre los vertebrados terrestres, o el águila real, el halcón peregrino o el milano negro, entre las aves.